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Oriol –
160513 -
Oriol - 16 - 05 - 2013 , 21:30 h
- La representación, sobre la energía y sus
matices. –
(De un estado inferior dentro de la forma,
a un estado superior a través del espíritu.)
De la misma forma que los planetas, se
sumergen en su propia transformación, (irradiando luz en su máximo esplendor),
los procesos Karmicos de conocimiento, no vienen directamente influenciados por
aspectos planetarios en su propia manifestación, sino que estas energías o
deudas, forman parte de bucles de energías personales, que nosotros mismos
hemos dejado atrás en el tiempo, (para la siguiente ronda de la rueda que gira),
ya que los ciclos de vitalidad, nos vuelven a presentar ante nosotros, estas
deudas que quedaron atrás, para nuestro propio despertar.
Abrimos los ojos cada nuevo día, a través
del reconocimiento pleno de estar viviendo dentro de un cuerpo físico. De esta
forma, el tomar las riendas de las experiencias que vivimos, dentro de las
influencias constantes de los éter`s, nos acomoda mientras las ondulaciones de
onda, que nos rodean oscilan según nuestro grado de perfección, (las cuales son
sometidas a reconocimiento, en la longitud de nuestras propias experiencias,
dentro de los influjos constantes planetarios), ya que ellas (energías
planetarias), intervienen a través nuestro, dando lugar a fortalecer nuestras
psiques, desde la integración de todas esas energías, en resonancia con
nuestros centros o ruedas de energía, en contacto con su vibración propia.
(Esta fortalece la presencia del ser ya que, a menor densidad electromagnética,
en su contrapartida la aleja, y a mayor densidad energética la acerca). Cada
emanación planetaria, resuena en una diferente octava de luz, dentro de la cual
nuestras propias frecuencias, (estados de conocimiento o conciencia personal), se
extienden o se contraen, según la representación directa de nuestro estado de manifestación,
de la presencia en el ahora. El ser, se obtiene desde la interacción, la cual fortalece
los cimientos que tenemos que llegar a contemplar, para que así, formen nuestro propio
conocimiento. La comprensión personal, nos aleja de la comprensión global la
cual tiene que ser vivida, desde una esfera de nitidez, muy alejada del
tiempo-lineal que experimentamos como real. La globalización, que anhelamos
forma parte de dimensiones subyacentes a la que residen nuestras mentes, (donde
los citados karmas, nos impiden seguir nuestra evolución).
La interiorización de nuestro propio comportamiento, a nivel personal
(el cual influye de forma directa en la 3-D y su propia extensión de luz),
establece ese resurgir a través del cual, nuestras propias energías se abren a
percibir esos estados de manifestación, desde los cuales los talentos y las
habilidades, surgen del propio ser. La escalera de colores, manifiesta la
completa integración de los múltiples reinos internos, (ya que residen en
nuestros corazones), los que vuelven a palpitar en la Tierra, como una manifestación
mas de los eter`s, la cual somos capaces de percibir, como real. El global en
natural, como lo es la presencia en la dimensión de realidad que vivimos, con
la única diferencia de nuestra des-localización del “centro”, al cual tenemos
que volver. Ya que toda energía, es vertida en la proyección de una consciencia
global planetaria, de la cual formamos parte integra, y a la cual volvemos paso
a paso. De esta forma, actuamos conscientemente, ya que tantos los rayos del
Sol, como los vientos que acarician nuestros rostros, están compuestos de una
consciencia divina, que nos representa y nos acompaña en todo momento. Así
mismo la gotas de agua que danzan en cualquier día de lluvia, forman la mayor
armonía de sonidos, desde los cuales comprender de veras la ceremonia
ancestral, que influye nuestras experiencias, (en estados de luz más elevados),
dentro de las expresiones más directas del conocimiento, e integración
planetaria. Toda energía, es la mayor expresión del Dios-Creador a través
nuestro, solo hemos de interiorizar la presencia de su propia divinidad, para
acontecer ante nosotros, los aspectos o atributos de la divinidad, que no
podemos experimentar, desde una óptica de tiempo lineal.
Los matices, que componen la presencia de la energía y su divinidad, (los
cuales ya residen a través nuestro), se abren como los lotos de una flor, desde
los mayores reflejos de luz, capitaneados por las ordenes angélicas de cooperación
planetaria, (a medida que comprendemos de veras, nuestra identidad y
conocimiento se amplia como se amplían las ondas de luz, a través de las cuales
navegamos como cualquier conexión a la red), ya que de esta forma, desde la
abertura de los lotos de nuestro corazón, la presencia se abre paso a fluir por
nuestras venas, haciéndonos adquirir de veras conocimiento, del verdadero
estado, el cual nos admite en la extensión de la cosmología cósmica de los
universos, (multicelular de nuestras consciencias), las cuales se manifiestan
directamente a través nuestro, dentro de la luz de todas esas constantes
representaciones de luz-calor, que instauran de veras la presencia del ser, en
los reinos del perfeccionamiento. La perfección reside en la extensión de
nuestras propias consciencias, y la extensión de nuestras propias consciencias,
reside en la libertar constante del ser que nos devuelve al espíritu, en su
mayor magnitud. Desde donde reside la luz, residen también los reinos de la
oscuridad como contra partida a la verdad, ya que donde reside en fuego de la
Deidad, reside también la fluidez del agua del Espíritu, de esta forma, la
proyección de un equilibrio, es sometido en la presencia desde el despertar de
los lotos, donde influyen de veras los reflujos inferiores, (triada inferior de
los centros planetarios), en el reflujo constante de todas esas energías, las
cuales son experimentadas desde el calor-conocimiento, dentro del comprender en
realidad todo lo sucedido, hasta el momento. Alcanzamos la perfección, cuando
vivimos en la plenitud del presente, y las ondas de luz que nos representan,
oscilan en sus mayores expresiones de agradecimiento y cooperación. (Los reinos
angelicales)
Muchas experiencias, nos alejaran de
vivir la presencia en la plenitud de la luz, (desde las cuales son vertidas
esas deudas o bloqueos, que nos impiden ver con claridad el camino a seguir), ya
que las influencias planetarias pueden re-conciliar concilios lunares,
(energías planetarias invertidas por ciclos lunares, que influyen de forma
notable, desde la irradiación de ese planeta en cuestión), no así, actuando
desde un condicionamiento karmico, que puede representar una fructífera desviación
de nuestro propio sendero a seguir. Los planetas nos favorecen, y nos incomodan
pero en ninguna de las posiciones nos crean una representación a través de la
cual, sean condicionadas nuestras conductas. Más bien las condicionamos
nosotros, al no ver nuestros propios errores, los cuales son avistados por
ellos, en la re-calibración de la rueda que gira. Reajustemos nuestros aspectos
lunares, a ciclos de conocimiento constante, dando lugar de todas las formas a construir
desde la presencia, el constante reflejo del conocimiento, y no de la derrota. Por
otra parte, el ciclo solar que rige nuestra personalidad, reconcilia de forma directa la presencia
interna, la cual despierta a través del fuego de morador, desde donde se
mantienen directamente relacionadas, las múltiples influencias de diversas
impresiones, sobre las energías y sus matices, (muchas de estas, son
representadas cuando las respuestas, dejan de extraer la realidad o paradigma
principal, una vez la realidad se mantiene directamente en el presente, desde
el cual el éter, forma el oleaje de su propio centro). Nosotros como centro de
toda expresión, solos los encargados de extraer su máximo flujo de luz, aun
cuando las influencia planetarias afecten nuestras personalidades, detrás de
esos efectos lunares, de experiencias cósmicas, y sus influjos cíclicos
planetarios.
Muchos de vosotros, daréis por sentado que la influencia a través de la
cual se mantiene directamente involucrada la atracción, (energía de acción
reacción, como esfera de conocimiento=Karma), la cual se representa a través de
la presencia de la personalidad como humanos, ya que el espíritu emana su
propia identidad, (fuera de los limites de una extensión de tiempo lineal=
consciencia en transición). Ya que el espíritu, es la presencia en su manifestación,
fuera de cualquier energía que pueda acontecer en un desvió o error,
representado por la mente humana. La mente como psique planetaria, se ve directamente
representada por el plasma o energía bio-magnetica del alma, la cual se
representa a través de la forma, (como seres humanos), ya que transito esta
proyección de tiempo, para abastecer a una formación grupal de trabajo
planetario, (donde se cumple una acción karmica también), donde cada uno de
nosotros al tomar consciencia de veras, nos acercamos a ser mas quienes somos,
en su plena realidad, e eliminamos en forma grupal esa vibración de karma, que
arrastramos de existencias atrás. De la misma forma que los planetas, se
sumergen en su propia transformación, (irradiando luz en su máximo esplendor),
los procesos Karmicos de conocimiento, no vienen directamente influenciados por
aspectos planetarios en su propia manifestación, sino que estas energías o
deudas, forman parte de bucles de energías personales, que nosotros mismos
hemos dejado atrás en el tiempo, (para la siguiente ronda de la rueda que gira),
ya que los ciclos de vitalidad, nos vuelven a presentar ante nosotros, estas
deudas que quedaron atrás, para nuestro propio despertar.
A mayor liberación, mayor es la
presencia de la identidad solar, (desde la cual son ceñidos nuestros propios
cimientos del despertar), los cuales se manifiestan en su mayor expresión,
dentro de la personalidad lunar, que transmuta los reflejos del propio
crecimiento de identidad, desde una óptica de tiempo tridimensional. Todo
influjo planetario, nos ayuda a adoptar un comportamiento necesario, para la liberación
de esas corazas, que estimulan la presencia del “Yo Soy”, desde la cual
contemplar la totalidad, de nuestra presencia eterna. De esta forma, nuestra
propia identidad humana, tiene que acontecer desde el presente del tiempo en el
ahora, (de esta forma se equilibra la vibración de los diversos grados de
densidad electromagnética), en la
constante re-calibración del cambio de polo, desde el cual acontecen todos y
cada uno, de los arquetipos (estados psíquicos en transformación, que influyen de
forma notable en la presencia del espíritu, dentro de la manifestación en la
forma, a través de la densidad planetaria que acontecen, desde la rotación de
los ciclos lunares, los cuales siguen ocultando círculos planetarios, de fuerte
influencia planetaria). La ubicación de una dirección real, no puede ser regida
por nuestras mentes, como no pueden ser regidos los aspectos o acontecimientos,
que llegaran a nuestras vidas, ya que estos trascienden la rotación o línea de
tiempo, de la experiencia de tiempo lineal, (dando lugar a tomar consciencia
real) de la proyección del corazón, desde la unicidad de los armónicos en
esencia). Los armónicos, efectúan la presencia desde los tiempos, dando lugar
al devenir de nuestras propias experiencias.
Las alineaciones van a venir
representadas, de la misma forma que van a ser contempladas múltiples energías,
que fortalecerán los atributos cósmicos, (regidos por los aspectos planetarios,
sumidos en los mayores aspectos solares), ya que, a medida que nos liberemos de
esas constantes experiencias, de aprendizaje dentro del conocimiento de
nuestras experiencias, estas van a liberar los reflujos Karmicos, por activos
reflejos de luz, que contestaran a nuestras mayores experiencias espirituales,
en su mayor expresión. A medida q adquirimos
consciencia de nuestra verdadera identidad espiritual, (desde la liberación de
esas deudas o karmas, que nos obstruyen en el tiempo), los múltiples estados, a
través de los cuales nuestras mentes transitan, (debido a los cambios
constantes, de las energías que nos rodean), y de los cuales vamos a percibir
la liberación, además de la constante manifestación de luz, en la cual los ciclos
de tiempo, adoptan su propia representación a través de nuestras psiques, se
manifestaran de forma más que notable, a través de la presencia que cambiara de
polaridad, como también de vibración. La constante influencia de luz a través
nuestro, nos hace tomar real consciencia de nuestros estados de proyección,
desde donde nuestras almas ejercen su propia manifestación. El alma, es ese vehículo
a través del cual, son llevadas a cabo nuestras experiencias a través de la
forma como humanos. Este constante sentir esa presencia, nos eleva por encima
de la plataforma de paradigma 3-D, y nos hace sentir más libres en su plena integración.
El alma no se representa a través de la forma, aunque también habita en ella
dentro del cuerpo. Toda forma de vida, de cualquier reino se representa a través
del alma, (dando lugar a experimentar la parte divina del espíritu, a través de
la forma).
A menor densidad energética, más
elevados son los cuerpos a través de los cuales, se representa la manifestación
del espíritu. Todo lo que existe, vibra en su propia resonancia de camino al
Padre, y es a través de esta que se re-calibran los centros o ruedas, de un
estado inferior dentro de la forma, a un estado superior a través del espíritu.
¿Es el alma, la representación de toda la sabiduría almacenada, para ser
llevada a cabo, a medida que nos liberamos de la densidad, de nuestros cuerpos
inferiores?. Si, si gozamos en el presente de esta información, ampliaremos y
de qué forma las estructuras holográficas, de nuestra propia impronta, en conjunción
con la impronta de la tierra, la cual será re-ajustada para un bien planetario más
elevado. Pasemos ahora, a representar la verdadera visión interna, (o llave
sagrada, dentro de la cual cada una de las energías citadas, se mantienen en comunión
a través de la luz). Esta visión interna, a de despertar a título personal,
para en su proyección, ir adquiriendo forma y representado los grupos Almicos
antes citados. Formamos parte de un global que acontece a través nuestro, y que
ya podemos experimentar como personal. Menciono la palabra personal, porque
forma parte del todo al que pertenecemos, una vez abrimos los ojos del corazón.
Sucesivo a nosotros, existen otros reinos que a medida que nos soltamos, (desde
el atributo de la densidad de nuestros centros inferiores), nos adentramos cada
vez más, en el regocijo de la plena libertar del alma. Es ahí, donde de veras
empezamos a formar parte, de ese nosotros mismos, a través de todo lo que es. Es
un placer, seguir dando y brindando esta información, más que importante para
la transición de tiempo que vivimos todos y cada uno, de los habitantes de la Tierra.
Gracias a todos y cada uno de vosotros, esto es real…..Oriol…..
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